Después del Solemne Triduo en Honor a Nuestra Señora de los Ángeles, celebrado en la Catedral de Santa María Magdalena los días 9, 10 y 11, llegaba otro de los grandes momentos de la apertura del Año Jubilar: la subida de la Sagrada Imagen al Cerro de los Ángeles.
A las 7 de la mañana del día 12 de Diciembre comenzaron a congregarse en la Catedral los fieles. Poco antes de las 8 de la mañana salía la Imagen de la Catedral para ser conducida ante la Oficina del Peregrino. Comenzaba después el rezo del Rosario de la Aurora, con el que los fieles y peregrinos acompañaron a la Patrona, en medio de una densa niebla que hizo más atípica todavía esta particular procesión.
En esta subida la Virgen de los Ángeles lucía un manto muy especial, de color azul oscuro, que el Carmelo del Cerro, bajo el mandato de Santa Maravillas de Jesús, regaló a la Virgen. Y es que el Carmelo iba a tener el protagonismo tras la llegada de la procesión al recinto del Cerro. Rompiendo la tradición, las Hermanas Carmelitas no cantaron a la Virgen cuando se detuvo bajo su ventana. En su lugar, la Sagrada Imagen se encaminó hacia la puerta de la capilla del Convento, atravesando su umbral por primera vez en muchos años. Fue ésto motivo de especial alegría para las hermanas, que tras vaciarse la capilla, tuvieron unos minutos de cercanía y oración junto a la Imagen. Una vez vueltas las hermanas a la clausura, se abrió de nuevo la capilla a los fieles y peregrinos, para realizar una misa de Acción de Gracias.
Terminada la misa siguió la procesión de la Imagen hacia su Ermita, donde fue devuelta a su camarín desde el que dará la bienvenida a los peregrinos que a lo largo del Año Jubilar acudan a Ella.
A las 7 de la mañana del día 12 de Diciembre comenzaron a congregarse en la Catedral los fieles. Poco antes de las 8 de la mañana salía la Imagen de la Catedral para ser conducida ante la Oficina del Peregrino. Comenzaba después el rezo del Rosario de la Aurora, con el que los fieles y peregrinos acompañaron a la Patrona, en medio de una densa niebla que hizo más atípica todavía esta particular procesión.
En esta subida la Virgen de los Ángeles lucía un manto muy especial, de color azul oscuro, que el Carmelo del Cerro, bajo el mandato de Santa Maravillas de Jesús, regaló a la Virgen. Y es que el Carmelo iba a tener el protagonismo tras la llegada de la procesión al recinto del Cerro. Rompiendo la tradición, las Hermanas Carmelitas no cantaron a la Virgen cuando se detuvo bajo su ventana. En su lugar, la Sagrada Imagen se encaminó hacia la puerta de la capilla del Convento, atravesando su umbral por primera vez en muchos años. Fue ésto motivo de especial alegría para las hermanas, que tras vaciarse la capilla, tuvieron unos minutos de cercanía y oración junto a la Imagen. Una vez vueltas las hermanas a la clausura, se abrió de nuevo la capilla a los fieles y peregrinos, para realizar una misa de Acción de Gracias.
Terminada la misa siguió la procesión de la Imagen hacia su Ermita, donde fue devuelta a su camarín desde el que dará la bienvenida a los peregrinos que a lo largo del Año Jubilar acudan a Ella.
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